WARASTAI Lo que hemos aprendido caminando junto a la Amazonía

Cuando llegamos por primera vez a Morona Santiago en 2019, sabíamos que estábamos entrando a un territorio poderoso: no solo por su biodiversidad, sino por la riqueza humana y cultural que habita en él. Lo que no sabíamos, era todo lo que íbamos a aprender.

Desde entonces, hemos caminado al lado de más de 42 comunidades Shuar. Hemos escuchado sus historias, compartido sus sueños y entendido, poco a poco, lo que realmente significa trabajar con propósito.

Lo que ha cambiado

En estos años, mucho ha cambiado. Hay cifras que lo confirman: más niños y niñas acceden hoy a una educación con enfoque intercultural y en espacios seguros; más jóvenes se vinculan a procesos que fortalecen su identidad y su futuro; más líderes comunitarios gestionan proyectos con herramientas concretas; más familias participan activamente en decisiones que les afectan.

Pero también hay transformaciones que no caben en una estadística: la confianza que se respira en las reuniones, las sonrisas que aparecen donde antes había silencio, la certeza cada vez más fuerte, de que no están solos.

No hemos sido nosotros quienes han transformado estas realidades.
Las comunidades lo están haciendo.
Nosotros simplemente caminamos a su lado.

¿Por qué contar esto?

Porque cuando corres en WARASTAI, no estás solo/a haciendo ejercicio. Estás sumándote a una historia colectiva, viva, amazónica. Cada paso tuyo es una voz más que se alza, una mano que apoya, una señal de que no estamos solos.

Las comunidades no necesitan caridad. Necesitan aliados. Y tú puedes ser uno.